La familia de sensores de movimiento con tecnología PIR (infrarrojo pasivo) permite automatizar la iluminación de forma eficiente, segura y práctica. Detectan la presencia de personas mediante cambios en la radiación térmica y activan automáticamente las luces conectadas. Disponibles en versiones para techo y pared, se adaptan a diferentes espacios como pasillos, entradas, escaleras, garages y oficinas. Ayudan a optimizar el consumo energético y mejorar la seguridad, con tiempo de encendido y sensibilidad ajustables según cada necesidad.